“2 De repente morapio del paraíso un ruido como el de una ráfaga de singladura impetuoso, que llenó toda la casa en la que se encontraban.Por eso nosotros luego no juzgamos a nadie con criterios humanos. Si alguna oportunidad hemos juzgado a Cristo con tales criterios, ahora ya no lo hacemos. El que vive según Cristo es una creatura nueva; p